CIF: Marco de referencia de la Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud

Valorando capacidades, Confederación ASPACE

En 1993 la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso en marcha el proceso de revisión de la Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías (CIDDM). Como resultado de dicho proceso de revisión, la 54ª Asamblea Mundial de la Salud aprobó en mayo de 2001, la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la discapacidad y de la Salud (CIF).
El objetivo principal de esta clasificación es brindar un lenguaje unificado y estandarizado, así como un marco conceptual para describir la salud y los estados relacionados con la salud.
La CIF pertenece a la Familia Internacional de Clasificaciones Internacionales de la OMS en la que, junto con la CIE ocupa un lugar central como Clasificación de Referencia. En combinación con la CIE proporcionan el marco conceptual para codificar un amplio rango de informaciones relativas a la salud, empleando un lenguaje unificado que facilita el intercambio de información entre profesionales y entre países.
La CIF proporciona una descripción de situaciones relacionadas con el funcionamiento humano y sus restricciones y sirve como marco de referencia para organizar esta información. Estructura la información de un modo significativo, interrelacionado y accesible.
El rendimiento funcional de una persona está directamente influenciado por las características de los contextos físico y social. Medir el impacto que la discapacidad provoca en la vida de la persona y en la de su familia ha sido un reto para los profesionales que se ocupan de estas personas, y en ocasiones ha generado que las actuaciones se centren demasiado en el déficit y no tanto en el entorno.
En la alternativa que propone la CIF se encuentran conceptos como las Actividades, con la realización de tareas y acciones por parte de la persona, y la Participación, al involucrarse en situaciones de la vida real. La CIF proporciona una lista de actividades relacionadas con una amplia gama de áreas de la vida, desde el aprendizaje básico y la observación, hasta las más complejas como las relacionadas con las tareas sociales.

Tener la CIF como marco de referencia y entendiendo la funcionalidad como componente de la salud centrado en la capacidad de la persona y su participación en las actividades, obliga a pensar en medidas habilitadoras del entorno que permitan una mayor participación del usuario en las actividades.
Así pues una selección de categorías CIF puede representar una “fotografía” de la situación actual de la persona y de su manera de participar en el entorno. Esto puede suponer un buen punto de partida para la realización de un programa de desarrollo elaborado por el usuario, la familia y los profesionales.
Ese programa puede incluir acciones sobre la propia persona para mejorar sus capacidades y también sobre su entorno para que facilite su plena participación.
De esta forma, es posible mejorar la salud de las personas (entendida de un modo más amplio), actuando sobre elementos como la adaptación de los espacios, las actitudes de su entorno próximo y social o facilitando alternativas accesibles para actividades como hablar, desplazarse, aprender, controlar el entorno o jugar.
Este tipo de acciones habilitadoras del entorno, complementarias a las del desarrollo de capacidades de la persona, responden a la filosofía “No es importante la forma en que se hacen las cosas, lo importante es poder realizarlas”. Así, si una persona se desplaza con la ayuda de una silla de ruedas y puede hacerlo por todos los sitios y con comodidad, es tan válido como si lo hace caminando. Este enfoque no excluye que, siguiendo con el ejemplo, la persona pueda seguir practicando la deambulación si esta es viable y le va a permitir una mejor calidad de vida en el futuro.
Mediante la aplicación del marco de referencia CIF, la tecnología puede mejorar la salud de las personas, además de su auto-estima, realización y probabilidades de tener una vida lo más autodeterminada posible.

Valorando Capacidades: Clasificación CIF aplicada a la parálisis cerebral
Sitio web Valorando Capacidades
Vídeo Valorando Capacidades

Confederación ASPACE, ha desarrollado una aplicación informática basada en la CIF, de tal forma que todos los profesionales de las 73 entidades y los casi 250 centros de atención a personas con parálisis cerebral puedan realizar una descripción detallada de las características, el perfil de salud y la situación social de las personas con parálisis cerebral.

Fundación ASPACE Zaragoza participa en este proyecto desde su inicio:
• Apoyando su desarrollo y aplicando los principios conceptuales de la CIF en el trabajo cotidiano.

• Desarrollando mecanismos que permitan a los profesionales utilizar un mismo lenguaje técnico y uno mismos estándares de valoración, intercambiando información de forma lo más objetiva posible y pudiendo establecer así las necesidades concretas de cada individuo y del colectivo en general, lo que llevará al desarrollo de terapias y programas ajustados a la realidad del colectivo, mejorando así considerablemente su salud y su calidad de vida.

• Empleando la aplicación informática en internet, accesible a todos los profesionales. Esto posibilita el uso común de dicho mecanismo de evaluación y agrupa en una única base de datos el historial de todo el colectivo, hecho que posibilita la creación de estadísticas.

Creemos que este proyecto contribuye la aplicación de principios, estrategias y herramientas que nos permitan apoyar el desarrollo de las personas con parálisis cerebral y de entornos (físicos y humanos) que favorezcan su inclusión.

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